En este post quiero compartir contigo mis reflexiones sobre la importancia de encontrar un nicho como profe para atraer a tus clientes, un tema que trae de cabeza a muchos emprendeprofes como tú.
Para explicártelo bien, qué mejor que remitirte a lo que escribo sobre ello en mi guía fresca para emprendeprofes novatos. En ella te hablo de TODO lo que tienes que saber antes de tirarte a la piscina, es una foto completa en 34 páginas porque quiero que veas cómo funciona el tinglao realmente.
Lo primero primerísimo, es analizar tu situación personal (tienes experiencia, de cuánto tiempo dispones, qué recursos tienes, etc…) y reflexionar sobre cuál es tu motor, cuál es tu propósito con todo esto (porque si es para ganar dinero a corto plazo, mal vamos).
Recuerda que los propósitos dan empuje y los motivos presionan.
Lo siguiente, es saber a quién te diriges (y no vale decir a todos los que no hablan español del planeta).
Hasta las academias más generalistas tienen su cliente ideal, que suele ser «todo aquel que tiene el poder adquisitivo para venir a España, pagarse la estancia y un curso intensivo»
Cuando trabajamos en academias recibimos a todos los estudiantes, no importa el nivel ni la procedencia.
Probablemente algunos estudiantes nos gustan más que otros pero, por lo general, no tenemos que preocuparnos en especializarnos en nada.
También soy consciente de que cuando empiezas a buscar alumnos en internet aceptas todo lo que te llega para empezar a ganar dinero, ir haciendo hucha y coger experiencia enseñando online. MUY BIEN HECHO.
El principal motivo para encontrar un nicho como profe
Cuando queremos captar clientes, tenemos que comunicar, necesitamos saber qué vamos a decir y quién va a recibir el mensaje. Por ejemplo, en redes sociales o en tu web.
Si no le hablamos a nadie en concreto, el mensaje se perderá entre miles de mensajes similares.
También irás construyendo un material específico creado para dar respuesta a ese problema de tu cliente ideal y lo podrás usar mil veces, así que trabajarás menos creando materiales para todo y para todos.
Si yo tengo un problema y tú me ofreces una solución, no dudaría en pagar por ello. ¿Y tú?
Además, es muy posible que en el futuro puedas paquetizar ese conocimiento específico que soluciona un problema específico, ese que ya has validado en tus clases y ofrecerlo como un infoproducto (un curso, un libro, un programa…) Vamos, que no pierdas de vista las necesidades que tiene tu cliente ideal.
A ese cliente ideal verás que, por ahí, a veces se le llama nicho o avatar.
DOS ERRORES QUE DEBES EVITAR
No te inventes un avatar por invertarte algo. Esa decision debería estar justificada y validada previamente en la medida de lo posible.
Como te he comentado anteriormente, vas a tener que comunicarte con esa persona, tus mensajes, los textos de tu web, el contenido de tus redes estará dirigido a esa persona, así que más vale que la conozcas bien de verdad de la buena.
¡Ah! Y no te preocupes, ya que puedes cambiar de nicho cuando quieras.
La realidad es que eso es algo que va evolucionando. Cada vez irás perfilando mejor y conociendo mejor las necesidades de tu cliente ideal. Pero será poco a poco, ya lo irás viendo por ti misma/o.
No significa que cada 6 meses vayas cambiando de avatar a lo loco, pero sí que cuentas con toda la flexibilidad del mundo para hacer lo que quieras.
Debes saber que estas cosas se cuecen despacito, muy despacito. Ver resultados puede tardar meses o años, así que te recomiendo que no tomes conclusiones precipitadas.
Oye, aunque tengas el nicho definido y todo marche bien. Si te llega una oportunidad que se salga de tu nicho, puedes hacerlo y necesitas facturar, cógelo.
Hay que pagar autónomos.
Veo como algunos emprendeprofes novatos se estancan en su idea y de ahí no salen, perdiendo pasta y oportunidades por el camino.
Y es que no se trata de que tu idea tenga éxito, sino de que tú tengas éxito.
Que te dirán que te centres, que pongas tu foco en algo y es un buen consejo. Pero a veces un exceso de foco nos hace desenfocarnos. Parece una frase trampa, lo sé 🤣, pero creo que sabes a lo que me refiero.
Todo va evolucionando de forma orgánica: tú como profe, tú como emprendedor, tus servicios, tus necesidades económicas y tu nicho también. Como emprendedor debes saber cuándo te conviene pivotar.
¿Eres incapaz de encontrar un nicho? Bueno, no pasa nada. Tú sigue trabajando como profe hasta que se te ilumine la bombilla, normalmente es un proceso orgánico, ya vendrá solo.
Serás tú quien veas con qué tipo de alumno te sientes mejor, y a quién puedes ayudar mejor, y te guiarás tambien por el feedback que vayas recibiendo.
Yo he cambiado de nicho tres veces, también he cambiado mis servicios, mis precios, mi web, mi branding… el proyecto está vivo, pero sé que yo controlo al proyecto y no el proyecto a mí.
«Ya, Alicia, pero yo lo pienso y lo pienso y no tengo ni idea de quién es mi cliente ideal»
Ya lo sabrás, tú tranqui.
EL NICHO SIRVE PARA COMUNICAR MEJOR
Esto de la comunicación, de la creación de contenido para tu alumno ideal, entronca con la idea de saber qué vas a comunicar ya que debes conocer a tu cliente ideal súper bien.
Por eso te comentaba antes que si estás empezando en el mundo ELE, igual todo esto se te hace demasiado abstracto.
¿Cómo vas a saber qué contenido especial crear para ese público que aún no tienes muy claro lo que necesita?
Fichas de «por y para» hay miles de millones. Si tienes claro a quién te diriges podrás crear contenido más especial que destaque y que conecte con los que tú quieres conectar.
Recuerda: Quien mucho abarca, poco aprieta
(sabiduría popular de la buena)
Cuando se piensa en un nicho, los profesores pensamos en cosas tipo: español general, o DELE, o fines específicos, o lo seleccionamos por niveles o por nacionalidad o por intereses.
Eso está muy bien, pero así nos acaba saliendo un perfil sociodemográfico.
Ejemplo: «Adultos entre 20 y 50, británicos, nivel A1, que les gusta la gastronomía española y venir a España en vacaciones.»
Bueno, algo es algo, pero te animo a que le des una vuelta.
Otra forma de aglutinar a un tipo de cliente ideal es pensar en un problema común que tienen.
Ejemplo: «Adultos que se bloquean cuando tienen que hablar español y se enfadan muchísimo consigo mismos porque no acaban de sentirse cómodos hablando con nativos aunque hayan estudiado español un montón de años.»
¿Ves a dónde quiero ir a parar? Eso también es un perfil, un avatar, un nicho al que te puedes dirigir.
En este caso no apelas tanto a un perfil sociodemográfico, sino a un «dolor» que comparten muchos estudiantes.
Tener esto claro (que cuando no tienes tanta experiencia como profe no es tan fácil de detectar) te va a facilitar muchísimo la labor cuando elabores tu plan de comunicación.
Descárgate la «Guía fresca para emprendeprofes novatos» y sigue leyendo. Treinta y cuatro páginas que ya me hubiera gustado a mi leer cuando empecé.
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